domingo, 24 de febrero de 2008

Cambiando rumbos




Día 9 :: 21 de enero del 2008

Nos levantamos tempranito, esta vez, bastante descansadas.
Desarmar todo. Tomar justito el primer interurbano que nos llevara hasta el pueblo.

Comprar libritos y un poco de fruta antes de instalarnos en la ruta a hacer dedo.
Mochilotas, un poco de sol, y varios intentos.

Después de un rato paradas en la ruta paro un auto blanco, con un diseñador grafico que iba a buscar su pc a un técnido de la falda. Ahi decidimos viajar con el, para al menos ahorrarnos 10 kms del destino final.
Mate desde el auto. Charlar. agradecer. Cargar gas. y llegamos a la falda. el payasito dormía, teniamos poco que hacer por esos pagos.
Apenas nos bajamos del auto, Valenti se dio cuenta que se habia olvidado el celular en el auto de nuestro amigo Pablo! y entonces la desesperacion. caminamos varias cuadras por el pueblo, pensando y buscando el falcon blanco estacionado en alguna de sus callecitas, hasta que Valenti en una casa de fotos, pregunto por un lugar de computadoras.

Era improbable, pero hasta ahi nos fuimos. Y preguntamos, y el milagro. Pablo no habia buscando aun la pc, y el dueño del local nos ofrecio amablemente el numero del celular.
-Hola....Pablo? Vos llevaste recien a tres chicas desde capilla?
Que bien! yo soy angie, una de las chicas. y mi amiga se dejo su celular en tu auto. Estamos en la puerta del lugar donde tenes que venir a buscar la pc (¿? si, pareciamos del FMI)
Y asi recuperamos el telefono. y volvimos a una calle que no era ruta, pero la ruta estaba lejos.
Caminamos algunas cuadras esperando que alguien nos levante hasta que nos cansamos. Por esa zona habia demasiada ciudad como para dar lastima.
Entonces nos tomamos el 1er micro que pasó rumbo a cordoba capital.
Un viaje un poco largo, pero confortable. Creo que las tres dormimos todo el viaje.

La terminal de la ciudad de cordoba la recorrimos a las corridas. El proximos micro a Villa general Belgrano salia en 3 minutos.
Cargar y descargar. mochilas que subian y bajaban rapidisimo.
Y otro micro. dormir un poco más. Leer la Ñ. charlar un poco, y mirar por la ventana porque los paisajes del valle de calamuchita son hermosos.

Desde que pasamos por santa rosa, yacanto y el dique los molinos los pensamientos empezaron a despitarse para mi. Demasiados recuerdos se me asomaban por la ventanilla cerrada.
Llegamos a la terminal de la Villa y el corazón me latía con una arritmia llena de nostalgia.
sarita estaba un poco mareada, descansamos unos minutos antes de caminar las cuadritas que nos llevaban a *El rincón*

el camino, la tierra, los carteles de todos los años. la escuela que está casi terminada esta vez, y el cartel de la entrada del camping.
Entrar al albergue y mirar todos sus rincones llena de emocion. las mismas maderas, pancho, los animalitos, el pasto. otras carpas. Otra carpa la mía, otras acompañantes.
Nos tocó la 22. nos anotamos, y fuimos a elegir un espacio. En frente al de siempre.
Al primero que nos cruzamos fué a Leo, tan simpatico como cada año, en la carpa de adelante nuestro.

Y depsués fueron asomandose los habitantes de siempre. Viejos amigos que ese hermoso lugar me supo regalar después de dos años de estar ahí.
Manu, las chikas de quetren, Fede-mozzart. Alberto con sus hijos. coca y su comida rica, Cintia y su sonrisa, Patricia, Serena, John.
Después de instalarnos y mientras las chikas preparaban el mate y comprarban un poco de pan para merendar en las mesitas al lado de la pileta, me alejé un poquito y me senté en el living de rocas en medio del pasto, donde solian estar los nadadores del riachuelo con sus clavas y pelotas de malabares. Lo llamé para contarle lo hermoso que estaba todo, y lo mucho que lo extrañaba caminando por ahi. Todos me habian preguntado por el, y yo estaba llena de emociones.
-Quiero que sepas que estás en todos los rincones. Porque este siempre va a ser nuestro lugar.
Y yo estaba triste pero contenta. Porque era nuestro lugar, mi lugar, y ahora el de ellas. Me gustaba compartirles a dos amigas tan importantes un lugar que me significo tanto por dos años seguidos. Contandoles alguna anecdota en cada rincon. del año que lo disfrute esguinazada,y del año que no paré de moverme.


Supongo que el día se nos pasó rapido en un lugar tan lindo. en la pileta, en las hamacas, con el cerro de la virgen atrás.
LLegó la noche y nos fuimos a recorrer el pueblo, pasamos por la fiesta centroeuropea entre las casitas y negocios de madera, y nos instalamos en la plaza a hacer maratón de espectaculos callejeros
Los titeres de los Trillizos benavidez. Manu y Leo. siempre un placer disfrutarlos
El circo. Arte al paso. Y la chacarera de las chicas en el espectaculo de sebas.
Llegó la noche. y las estrellas siempre me hacían acordar a vos.

sábado, 16 de febrero de 2008

EL día que conocí la inmensidad


Día 8 :: 20 de enero de 2008.

Llegó el gran día. Es cierto que yo estuve dudando si subir o no. Hasta entonces no sabía que se trataba de algo más que trabajo físico con un poco de aventura.
Me convencieron y nos levantamos para la travesía. Desayunamos livianito, cargamos dos mochilas con un melón, pancitos integrales, maní y tres huevos duros.

Ascenso al cerro Uritorco.
LLegamos al puentecito colgante, a la entrada al cerro, al formulario de inscripcion, al guía que nos dijo las primeras cosas. Elegimos un bastoncito para cada una y empezamos a subir decididas.
Nos esperaban algo como 5 kms de ida y 5 kms de vuelta. la cima quedaba a 1.979mts de altura, y teniamos 5.548 mts para caminar desde la base donde estabamos hasta la cima que ni siquiera imaginabamos todavía.

Los primeros kilometros, quizás fueron los mas tensos para mí. Estaba un poco asustada y emocionada, para que negarlo. Había que encontrar el ritmo, adpatarse a la respiración, los músculos empezaban a despertarse y la atmósfera ya era otra.
Pero de a poquito nos fuimos metiendo en la montaña, mimetizandonos con el espacio que cada vez se volvía mas inmenso.
Las paradas fueron los cinco descansos y algunas urgencias de queja y cansancio.
Fuimos comiendo primero el mani. y el almuerzo lo hicimos con sandwichs de huevo duro adentro de la casa de piedra que nos esperó en el 5to descanso donde nos quedamos un buen rato charlando con dos guias de montañana, y una caminante.

Caminar. una casacada de montañana. Caminar. cuarzo por todos lados. Piedras increibles.
y la energía que se iba metiendo por los poros de nuestra piel, y entonces el paisaje tenía otros colores.
Montañas. Sierras. Inmensidades. Los kilomentros nos entregaban un sin fin de paisajes y sensaciones que se me hacen imposibles poner en palabras.
Pisamos suelos muy diferentes. subimos por piedras, por pasto, por tierra. bajamos, corrimos, nos arrastramos (viva la llanuuraa!)
Las ultimas horas comenzamos a hacerlas más en silencio. Cada una en un mundo propio. abrazandonos y dandonos aliento solo con la mirada.
Interrumpiamos la individualidad para quejarnos del cansancio, de las piernas doloridas, del calor, de la falta de aire, o de los tábanos que persiguieron a nuestra querida valenti de negro, durante toda la jornada.
Había instantes donde no entendia mucho de la vida, del mundo, de la realidad. (turururururuu♪)
Tuve inevitables ataques de existencialismo. Emociones. maravillas.

-¿se dan cuenta de lo que es estar vivas?
¿se dan cuenta del mundo y el pais que tenemos?
Esto es increible. Sencilla y maravillosamente increible.

Acompañamos nuestro viaje componiendo canciones que nos levantaran las ganas de seguir.

Voy a la cima como la mariposaa. y no hay rima que rime con vivir ♪

dicen que viajando se fortalece el corazón, subiendo al uritrco para arriba comer melón ♪

Y cada vez faltaba menos. Los ùltimos kilometros empezaron a parecerme eternos.
-ya no soy tan feliz...y estoy de mal humor.
No puedo. No puedo. No quiero. Voy a llorar!
Los que estaban bajando nos daban palabras de aliento.
Nos faltaba poco. -ya llegan chicas. vamos!

...y de repente. las piedras más altas. Lás ultimas...
Solas. Juntas pero en silencio. Pasos. pasitos, inhalar. Exhalar.
Y el universo en mi cabeza. El cielo enorme. un aire frío. un alrededor indescriptibe, la cruz y el cartel que anunciaba: Cerro Macho. 1.979mts de altura

La cima. Habiamos llegado.
Cuando pisé la tierrita de allá arriba y miré a mi alrededor el alma se me fué a las manos y se juntó con el corazón.
Caminé. No sé porque segui caminando y sentí la necesidad de respirar fuerte y profundo.
se me venía la vida a los piés. y desde lo lejos elegí una roca donde sentarme a entender.
Y lloré. Lloré largos minutos porque nada eso podía ser posible.
Por el cansancio, por el mal humor de los ultimos minutos, por los paisajes, por la argentina, por el desafio, por la meta, por la cima, por Sara y valentina compartiendo este momento unico conmigo, por los que estaban en baires pero me abrazaban ahi, por mi, por mis sueños, por mis 22 años. Por la vida.
Lloré acongojada porque si....porque era imposible no hacerlo.
Mirar a mi alrededor y únicamente tener inmensas ganas de llorar.
Y cuando me volvi a conectar con la realidad, se me escapó una sonrisa y salí a buscarlas. Nos abrazamos, nos pusimos contentas, nos reimos, y nos sacamos las fotos más lindas de todo el viaje.

Conmociones. emociones. Agua y melon!
nos comimos un melon entero entre las tres en la cima del uritorco. le mandamos mensajes a los que desde aca esperaban siempre noticias nuestras con alegría, y nos tiramos en medio de unas rocas a mirar lo enorme que era el cielo, la vida, el mundo.
Estuvimos ahi por horas. Nos sacamos fotos, miramos a la gente, recibimos a los que llegaban, intercambiamos galletitas con un grupo de chikos y volvimos a reirnos cuando vimos subir a los tres mosqueteros. otro encuentro en medio de la montaña.
Despues de quien sabe cuanto tiempo,emprendimos la bajada.
Esta vez cantando, hablando, llenas de empujoncitos.
¡Que lindo que sos en medio de la montaña!
y dos horas después, casi sin parar a descansar. la llegada. la base, el cansancio.
mojamos nuestros pies a orillas del rio, piés latiendo, piés orgullosos y cansados.
nos bañamos, ni siquiera me acuerdo si esa noche comimos.
Dormimos quizas como hace días no dormiamos. Desde temprano, profundas. Llenas. Inmensas.


*Dicen que viajando se fortalece el corazón, pues andar nuevos caminos te hace olvidar el anterior*

martes, 12 de febrero de 2008

Dia 7 :: sabado 19 de enero del 2008




Ya no se trata de reescribir.
Ahora escribo. Al lado ya no tengo hojas manchadas de la yerba orgánica que tomabamos allá, ni pedacitos de tierra, ni acotaciones al margen de algo que alguien dijo mientras yo escribía lo que estabamos haciendo.
De repente me dieron ganas de vivir.
Y viviamos tanto por allá que el tiempo se me iba de las manos. Tuve tantas ganas de disfrutar de cada cosa que ibamos construyendo, y de ellas, que mientras algunos días me dediqué a escribir cosas que me habian quedado pendientes, como a todo escritor amateur, se me quedaron las hojas atascadas quien sabe donde, y bueno. La pausa.
Dejé que eso me pasara porque sabía que en buenos aires iba a extrañar las
sierras.
Sabía que una tarde como la de hoy, cuando estoy estudiando y el mate empieza a lavarse, iba a tener la necesidad absurda de mirar las fotos una vez más y recordar con los pocos apuntes que mi agenda registraron de todo eso que a veces no se puede plasmar.
Si voy a intentarlo es por esta especie de obsesión que tengo de decir siempre un poco más, por este miedo sin sentido que tengo a veces de perder la memoria, y que alguien sepa, que alguien diga, que quede dicho.


Acá estoy hoy entonces. es martes, estoy en mi casa de beccar, y me hago una pausa en el estudio para recordar que nos pasaba ese sábado cordobés
Fué la mañana de la despedida. seguramente nos levantamos un poco nostálgicas porque era el día que habiamos decidido dejar San marcos.

No dormimos mucho (otra vez) y nos dedicamos a rearmar los bolsos, desarmar la carpa, despedirnos de los que quedaban todavia ahi, del camping, de nuestra parcela, mochilas al hombro y a caminar.
El pueblo y el micro rumbo a Capilla del monte. Sacamos los
pasajes apresuradas, y nos reimos porque volvimos a encontrarnos con los 3 mosqueteros que también esperaban el mismo micro rumbo al mismo lugar (nosotras nunca vamos a creer en las casualidades)
Un micro como los de larga distancia. A mi me toca sentarme junto a un extranjero que durmió todo el camino, y en este paseito, todas y todos decidimos reencontrarnos con los libros que quizas jamás volvimos a leer. Y nos quedamos dormidas. Hasta que llegamos a la terminal de Capilla del monte donde me acerque a la ventanita de turismo para averiguar campings, paseos, excursiones.
Los 3 mosqueteros esperaban a unos amigos, y decidían como nostras, tambien tirados en el piso de la terminal.

Nostras, no teniamos mucho mas que un mate lavado y algunos pancitos con miel.
Y entonces, decidimos ir a recorrer el pueblo, porque seguramen
te después, ibamos a estar instaladas en las afueras, sin muchas posibilidades de regreso.
Mochilas al hombro, llevarnos por delante a la gente a nuestro paso.
Un pueblo. No mucho más que eso. Era la hora de la siesta, habia poco por hacer, las agencias de turismo estaban cerradas, al igual que el refugio que tanto nos
habian recomendado, asi que nos quedamos sin torta y sin té.
En el camino nos encontramos a una amiga de nadi. esos encuentros raros que nos dan las vacaciones. Seguimos caminando, paramos en un quiosco donde
conseguí la revista Ñ con el cuento de Dolina (feliiz) y un calentador electrico que por dos pesos, nunca nos sirvió de mucho.
Las casas de alfajores eran tan tentadoras, que cuando nos quedamos con la nariz pegada en una de sus vidrieras, habremos dado lástima...porque la vendedora salio muy amablemente a regalarnos un alfajor a cada uno. Valenti hace rato no era tan feliz.
Y entramos en una quesería donde impulsivamente y llena de emocion, me compré un bombo.
Lo lleve orgullosa colgando de mi mochila, y a partir de ese momento, me la pasé musicalizando todos nuestros momentos.
Percusión. Percusión. Percusión. Fui feliz (aunque al final no comimos helados)
Conocimos la plaza, y la feria vacia. Descansamos un poco y nos fuimos a la
terminal de nuevo, a reencontrarnos de nuevo. (y ahora con un bombo, si, lo logré!) el interurbano que nos llevaba a la toma vino bastante rapido. asi que viajamos mirando por todas las ventanillas hasta llegar al complejo turistico donde ibamos a pasar los proximos dos días en la base del cerro uritorco.
Todas las averiguaciones hechas, armamos la carpa al lado de dos chaqueños, justo en la entrada del camping (otra vez) y nos fuimos a recorrer la toma.

Lindos paisajes. ollas, cascaditas, piedras, aguas. Caminamos bastante, recorrimos y nos sorprendimos de lo diferente que era todo por acá.
La organizacion, las reglas, la limpieza.
Por supuesto que no paso mucho hasta que los 3 mosqueteros pasaron por nuestra carpa y se instalaron unos metros mas allá.

Cuando estabamos recorriendo la entrada al uritorco donde hay una mini feria de piedras y un mirador hermoso, nos encontramos a Laura, mi compañera del grupo de teatro de hace unos años...y...las casualidades! un lindo encuentro, una sorpresa, una charla.
Teniamos que hacer compras. La proveduria era cara y no tenia nada.
Asi que nos fuimos a caminar para el lado del pueblo, creyendo que ibamos a tener que caminar algunos kilometros hasta encontrar algo. pero ni fue necesario porque un auto se ofrecio a llevarnos, y asi llegamos con nuestro minidedo (sin hacer dedo) hasta una casa que vendia un poco de todo, donde una viejecita simpatica nos regalo el mani, nos rebajo el precio del queso, y nos ofrecio un melón dulce, que ibamos a guardar para la travesía del día siguiente.
De regreso al camping, era de día pero ya había luna. Esta vez llegamos caminando y nos pusimos a amasar pancitos integrales para cenar esa noche con queso y al otro dia, para el camino y el desayuno.

Despues de luchar con el fuego, las maneras, la falta de parrilla. Despues de que yo me robara las ramas y los restos de carbon de las parrillas mas lejanas, y acompañadas por los chaqueños que nos prestaban la linterna y nos sacaban fotos, terminamos unos riquisimos pancitos a la estaca que cenamos bajo las estrellas, con el cerro de fondo, antes de irnos a dormir temprano esa noche.
El domingo iba a ser un gran día...


viernes, 8 de febrero de 2008

Dia 6 :: 18-1-08

LLuvia. Nubes. Gris. Que pequeño que es el mundo.
Seis días en un ecosistema donde todos nos conocemos.
Sari exclama bajo el techito del pasillo: ay, pobre...era tan bueno...!
No desaprovechar nuestro último día por acá. Y las lluvia nos acompaña y se va.
Techito del baño. un pasillo lleno de gente linda, mates un poco fríos y la despedida de algunos de nuestros compañeros de bosquecito.
Paseo por el pueblo. Buen día....Ofrecemos mate para enterarme todos estos días después de que se llama Bruno.
Galletitas de miel, y mix de cereales para el ayuno de Valenti.
Despedida otra vez y camino hacia el cerro de la cruz.
Cuesta arriba y una vista hermosa del pequeño pueblo muy desde arriba.
Sierras. Aire. Sierras. Sol y el calor que volvió a andar.
Después del ascenso, la gloria del día son los lacteos! Un Yogurth de vainilla, facturas y alfajores . Integrales los panes, integrales nosotras (y felices)
"Esto es la felicidad hecha yoghurt" (Angie)
"Adentro tienen ananá, te sorprende!" (Valenti, entusiasmada)
Nos quedamos sin ganas para el dique y nos fuimos a hacer nuevas compras y a dar la última vueltita a la feria de artesanos. Un mate feo pero noble (con bombilla y cucharita de caña) como recuerdo del viaje por acá.
Limpiamos la carpita con olor a podrido. Música. malabares. cocer y escribir.
Después de cenar, el encuentro y la excusa fué prestarles a los chicos del bondi nuestra olla para su arroz.
Lavarles la olla, registar el futuro contacto (quizas) y programar la salida para nuestra última noche en el pueblo.
Ellas estan listas para que ellos pasen por la carpa. 3 x 3.
ah nooo, el que me toco a mii. todo bien, las banco ¬¬ y caminar al pueblo a elegir donde sentarnos.
varias cervezas y mucho mucho maní gracias a los ojitos de mis amigas.
Empezamos a conocernos, y empezaron las coincidencias entre los dos geminianos.
El cantautor dice las palabras mágicas: Canto un estilo tipo....jorge Drexler, ubicas?




Y cuenta como su trastorno obsesivo compulsivo responde a comportamientos múltiplos de cuatro (increible, pero a duo!)




la muestra musical la emprendemos en el río.




Algunos tienen sueño, algunos tienen frio, y otros, deciden irse a dormir un poco más tarde esta noche.



martes, 5 de febrero de 2008

Dia 5 :: Jueves 17 de enero de 2008


Un día más en el camping.

No sé cuantas cosas habremos hecho antes de que el grupo de extranjeros nos invitaran a sentarnos a su mesa. Las chicas comieron asado y cazaron insinuaciones. Yo, rascaba restos del melón comunitario que había acompañado la música más temprano, antes de intentar dormir una siesta mientras ellas tomaban de la damajuana y respondian el petitorio de sombra.

Nos despedimos ràpido, porque se suponía que iban a volver (y sí, nos encontramos bailando tango y chacarera en Buenos Aires)

Llega la noche. Trueque de dibujo por cena (aunque el dibujo, todavía hoy es un misterio)


"Amo de los chorizos, metalo metalo!"


Los chicos de la carpa vecina. 3 x 3.

El fuego lo empieza ella. Las 5 instrucciones las da él.

sari. Angie. valenti. Facundo. Joaquin. Bender.


facu: "Atado el chorizo, se me cae igual"

Angie: Siento que tenía gritos contenidos

Chorizos. Calabazas. Cebollas y morcillas. 2 enfermos en la velada.

¿Que pasó con el agua del té? ¿y el dibujo donde está? Voy a llorar.

El té. tenemos dos para tres (menta)

Los niños bolsa confiesan: Tenemos, tenemos bolsa


Vos estudiabas..."educacion potencional?"

Joaquin: la carpa tiene forma de erizo


El postre: Melón con vino. Preparado y al río.

Los bastones se empiezan a acostumbrar y dejamos de ser solo sombras a orillas del rió.

Cariocas. de melón, y de pasto después.

Y algunas preguntas del yo nunca. Las estrellas y las teorías sobre las tres Marías.

hagamos algo para no dormirnos. Y fuimos a ver que onda la musica del puente.

Bender: Creo que nunca me aburrí tanto. ¿que hacemos?

La pileta olímpica del camping. Enorme, vacía, tapada de estrellas.

Una ronda todos juntitos para que no haga tanto frío.

Y formamos una estrella acostados en el piso para mirar el cielo (Angie: me sacaría los brazos, a veces no se donde meterlos)

Algunos empiezan a quedarse dormidos, y yo empiezo a exponer los deseos del bajón: Quiero café con leche con espumita, pan relleno, submarino y una cama de dos plazas para los dos.

Sueño colectivo. Todos a dormir a la carpa, menos dos.

y después, el regreo, antes de que empieze la lluvia.


lunes, 4 de febrero de 2008


DIA 4 :: MIERCOLES 16 DE ENERO


sari se levantó para bailar con desconocidos en el quincho.

Fin de la lluvia, slaimos, desayunamos y nos encontramos al grupito que en el medio del camping ya arrancaba la música.

Jornada completa de arte. La multitud de gente empieza a agruparse en el centro del universo-camping.

Algunas mantas, varios mates, tambores, hilos y juguetes de circo.

El pequeño mundo se va llenando de colores y todos vamos dibujando circulos al ritmo de los demás, medio bailando...medio volando...

Ricky y una propuesta: taller de teatro callejero.

Una ronda. presentarnos. Muchos juegos: caminar, gritar, andar, correr, saludarse, encontrarse, armar, desarmar, tocarse, juntarse, abrazarse. Grupos de 4. Una improvisación y su convocatoria: en un centro de jubilados a caballo ella. y yo que nosé...me olvidé...no me acuerdo...

Una tarde completa. rastas y mimos. Un dibujo de los dos. Yo y un jembé (quiero todavía)

El hippie. el gorrito. enfrente la carita de asco.

El atrapador de sueños (quizás busque atraparla) Trenzas de todos los colores y una ronda enorme compartiendo el pan con queso, tomate y albaca de ramón que no se fué.

Arroz con verduras y mini paseo por el pueblo finalizando la jornada con una mateada nocturna al pié de la carpa. Propuestas, juegos, interpretaciones. Pero esta vez, nos quedamos dormidas