jueves, 31 de julio de 2008

fortunas y desfortunas

Enamorarse y no.
Tiempos extraños para el amor
Cuando tanto atrás fueron tiempos de noches completas, malas compañias, amores e historias para degustar y elegir.
Este año, cuando claramente la energía está puesta en otros espacios: energía llena de arte, de piés, de nariz, de movimiento.
Enamorarse y no.
(Esas caras que pasan un segundo, en una bicileta, en el tren, por las calles.
Del otro lado, fugaces y distantes, me sonrién, se enamoran pero se van, siempre se van)
Algunas tardes hace demasiado frío, algunas noches me ensordece el eco, y son demasiadas las veces en las que extraño el olor de un beso, la textura de una mirada, el color de las caricias.
La soledad me hace cosquillas y mis desafíos son caprichosos.

¡Piedra libre para el amor!
Digo un por tramposa...
Quizás alguien se asome curioso para invitarme a pasear.

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