jueves, 24 de julio de 2008

mandarina, La reina del silencio

Que siempre sonrías grande cuando me ves llegar.
Que siempre nos abrazemos todos en cada encuentro y después de cada improvisación y que el abrazo colectivo siemore tenga todo ese amor condensado.
Llegar entonces.
Volverme Mandarina, y empezar a jugar.
En cada stop ser bailarina clásica, bailarina de flamenco, tenista y patinadora profesional.
Cada vez más energía en nuestros aplausos en ronda (y las miradas)
la competencia de los silencios, caminar de una esquina a la otra sin hacer nada de ruido.
El triunfo de Mandarina, coronada reina del silencio (el mundo del clown es el reino del revés)

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