miércoles, 23 de abril de 2008

No. No quiero ver 50 cms de infancia revolviendo la basura.
No quiero tanto ruido a humo en la ciudad.
No. Es demasiado temprano para que las noticias anuncien un día nublado que quizás nunca llegue, mientras yo, me hipnotizo asomada a la ventana, y observo al obelisco irse, como si pudiera escaparse de la gente, de los recuerdos, de tantos años.
No hay parche, ni bandera, y los carteles llenos de luces cansadas me dicen que todo tiene que ser "Claro".
Si. Clara y gris es la mirada de toda la gente que veo durmiendo en la calle, mientras la gente de traje y zapatos lustrados pasa por la misma vereda, pisando alguna manta cuadrillé que se esconde en la niebla artificial que volvió con el viento.
Pasan. Y ya me habian dicho que hay tristezas que no deberían ser tan chiquitas.
No. No entiendo. No entiendo a los adoquines, ni a los caños de escape, ni a los cartones apilados.
Quizas, porque se acerca. Quizás porque me duele el mate en un vasito de yoghurt. Porque los pasillos del manicomio son como las calles de Buenos Aires. Y quizas más viceversa que nunca.
No. No quiero. No está Claro. No entiendo.
Si, me duele, me arden los piés, lloro y tengo calor.
Dr. Ramón carillo y Bransen. "Parada por favor"
Todavía creo.

1 comentario:

Brida dijo...

...casi me haces llorar.
Y me dio escalofrios lo de "Dr. Ramón carillo y Bransen" recuerdos, momentos, mi futuro, la vida encerrada en paredes blancas.


GRACIAS por ser un mundo.
Por que te duele el mundo y porque no normalizas, lo que no es normal.
GRACIAS por tanta luz amiga, hermana, humana.

Amote.
Siempre.

Tu soplo gemelo *