martes, 18 de marzo de 2008

Ser y estar. Mujer

Ser mujer y que las conmociones sean mis constelaciones, que el vidrio nuble mi negligencia inventada.
Ser mujer y estar sensible, porque las hormonas a veces toman el mando.
Ser mujer y ser sensible. Estar en estados que se comprenden.
Ser mujer y que vibre fuerte en mis brazos tu recuerdo.
Estar sensible cuando el amor se acurruca en el banco rodeado de àrboles con una historia ya contada.
No tener ganas de bailar, y llorar en la calle, sin mirarte a los ojos.
Ser sensible y necesitar de los preambulos, y de sonrisas que me roben un beso.
Estar mujer cuando te miro y sonreís, después del deseencuentro y buscarnos cuando parecía tarde.
Estar sensible, y volver a eso pero de otros modos. Tener un poco de miedo a veces, esperarte.
Ser mujer en tu cuerpo, en tus ojos, en tus preguntas, en la noche, en la parada del colectivo, en la última página del cuaderno (bonito dice) y en las ganas de comer frutas otra vez en el subte.
Ser sensible, estar mujer.
Volcer a llorar hoy detrás del muro, en los aplausos, en la despedida a un compañero que deja su historia grabada en mi.
Lágrimas entre los mates y el coco.
En el abrazo, en las palabras de las profesionales que espero ser.
La emoción al borde de la mesa, las palabras del amigo, en todo eso estar y ser.
En el payabrazo de los lunes, en las risas por el minotauro escandinavo, en el piso sucio del hospital, en la espera de la nariz.
Ser y estar mujer sensible.
Siempre fuí, pero a veces me toca más de cerca.
Hoy soy y estoy, y se me pianta un lagrimón.

1 comentario:

Anónimo dijo...

No tener ganas de bailar, y llorar en la calle, sin mirarte a los ojos.
Estar mujer cuando te miro y sonreís, después del deseencuentro y buscarnos cuando parecía tarde.
Ser mujer en tu cuerpo, en tus ojos, en tus preguntas, en la noche, en la parada del colectivo, en la última página del cuaderno (bonito dice) y en las ganas de comer frutas otra vez en el subte.

Bendita locura.